La importancia del trabajo del hombre

Hace más de una semana me tocó participar de la feria laboral organizada por la Ilustre Municipalidad de Calama, a la que asistieron mujeres y hombres, jóvenes y adultos, chilenos y extranjeros, con la esperanza de encontrar un “trabajo”. Sobrecogía el alto número de personas buscando un espacio para presentar sus antecedentes y demostrar su interés por una oportunidad.

Las preocupantes cifras de desempleo, ahí tuvieron rostro, y se vino a mi mente la encíclica Laborem Excersens, estudiada en mi formación universitaria, escrita por el Papa Juan Pablo II y publicada en el año 1981, en que reflexiona respecto del concepto moderno del “trabajo humano”, estableciendo que no sólo resuelve aspectos económicos, sino que permite el desarrollo de las ciencias, tecnología, cultura y sociedad, en definitiva, es a través del trabajo en que el hombre logra su realización, sin importar quién lo realice o el valor social que ese trabajo tenga. No es posible entender al hombre y su valor, sin la expresión de su trabajo en el progreso de la sociedad toda.

Entonces, qué pasa con quien se encuentra sin trabajo, desempleado. Se sabe a través de distintos estudios que hay aspectos psicológicos que se presentan, como el aislamiento, sentimiento de fracaso e invisibilidad, los que se van acentuando con el paso del tiempo y la inactividad, generando un estado de pesimismo respecto del futuro y la posibilidad real de encontrar un trabajo, desincentivando el esfuerzo por la búsqueda de un empleo.

Espacios como la feria laboral no tan sólo permite acercar a quienes buscan un trabajo con las oportunidades que ofrece el mercado, sino que también facilita vincularse con el mercado laboral que les ha sido esquivo, contactarse con las empresas que llegaron a ofertar puestos de trabajo, conocer las reales necesidades del mercado, y poder recibir asesoría para enfrentar la búsqueda. En estos tiempos de inactividad forzada, también es posible plantearse oportunidades, como la posibilidad de acceder a capacitaciones que mejoren el perfil de empleabilidad y la seguridad en sí mismos. Es más, la sola decisión de participar de la feria nos da cuenta del valor del trabajo para el individuo, sus familias y la sociedad.

En conclusión, hay conciencia de la importancia del empleo, más allá del impacto económico, y la condición de desempleo nos obliga a considerar especialmente a quienes lo sufren.