Después del trabajo realizado durante diez meses para aportar en el desarrollo turístico de las comunas de Calama y Ollagüe, hemos corroborado las oportunidades que están presentes en nuestro territorio, con muchos que están trabajando o trabajarán en este sector. Lo que está pendiente es la planificación de la actividad con una visión específica de Turismo Rural Comunitario (TRC).
Aprendimos que el TRC se desarrolla en el medio rural, con un planificado proceso y alta participación de las comunidades, asegurando la sustentabilidad de la actividad, y en contrapartida las comunidades rurales encuentran una alternativa económica, que no reemplaza sus actividades tradicionales, mejorando su calidad de vida y permitiéndoles resguarda y poner en valor su patrimonio natural y cultural, atractivos indiscutibles para el diseño de experiencias turísticas.
En comunidades de países de Latinoamérica la implementación del TRC ha sido la estrategia para superar condiciones de pobreza, marginación social y desprotección, en definitiva abordar a comunidades excluidas del desarrollo y crecimiento económico, dotándolas de tutela sobre sus territorios para su gestión y explotación de los recursos disponibles, en que se complementan los atractivos turísticos y la riqueza cultural, con una mirada de protección, conservación y sustentabilidad. Los impactos se reflejan en el mejoramiento de la calidad de vida de la comunidad, resolviendo aspectos como los servicios básicos y conectividad, la generación de organización y liderazgo para encausar el proceso, disminución de la migración rural a la ciudad, principalmente.
Nuestra Provincia El Loa, en todo su territorio, presenta oportunidades excepcionales para el desarrollo del turismo de intereses especiales, principalmente relacionado con los atractivos culturales, patrimoniales y paisajísticos (cielo y tierra), con flujos turísticos importantes que arriban al aeropuerto de Calama, para dirigirse principalmente a San Pedro, destino de reconocimiento mundial. Sin embargo, a través del tiempo, hay un creciente número de turistas que quieren conocer todo el desierto más árido del mundo, las comunidades indígenas y su patrimonio ancestral, la zona típica de Chuquicamata, la iglesia más antigua de Chile en Chiu – Chiu, los salares o el estadio de Cobreloa, entre muchos otros puntos de interés. En resumen, el turismo ya es un hecho en las comunas de Calama y Ollagüe.
El modelo que nos propone el Turismo Rural Comunitario nos permite responder a la demanda turística de manera planificada, con un ordenamiento que favorezca a las comunidades y resguarde los atractivos, de lo contrario corremos el riesgo de no tan sólo destruir nuestra riqueza sino de perder la oportunidad de desarrollar la industria turística de manera sustentable y sostenible, diversificando nuestra matriz productiva.